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jueves, 11 de mayo de 2017

LA LLEGADA DEL TELÉFONO A PEÑAFLOR



La telefonía como medio de comunicación cómodo, rápido, eficiente y seguro hacia su entrada triunfal en Peñaflor, los habitantes de esta pequeña comunidad visitaban la avenida 21 de Mayo para observar como la red telefónica era guiada por la empresa del rubro hacia la central telefónica ubicada en avenida 21 de Mayo costado izquierdo actual Banco estado.



Con este avance en las comunicaciones Peñaflor no permanecía indiferente ante este adelanto que se veía llegar a comienzos de este siglo. Prestaría un gran servicio a la comunidad y sería de gran ayuda para enfrentar los desafíos de supervivencia, seguridad, prevención e información.

La antigua central telefónica ubicada en el lugar ya mencionado constaba de dos amplios locales uno el cual era la sala de espera y el otro era la sala de la operadora. La sala de espera disponía de una amplia entrada con sus dos mamparas confeccionadas de nobles maderas que daban acceso a la acondicionadas salas donde se encontraba dos o más casetas telefónicas fabricadas de madera a la usanza de la clásica caseta europea hay se encontraba el receptor o teléfono. Enfrentando estas casetas estaba la ventanilla en la cual la operadora de turno recibía los números telefónicos de los clientes para poder realizar llamadas ya fuesen de nivel local, comunal o provincial. En ocasiones tres, cuatro o hasta cinco operadoras manejaban las llamadas de los teléfonos de casas particulares, instituciones públicas, comerciales, policiales o bomberiles.



Estas operadoras eran supervisadas por una administradora o jefa la cual tenía basto conocimiento e instrucción en el manejo del gran panel o conmutador el cual era una sofisticada maquinaria moderna para la época través de la cual se manejaban los impulsos eléctricos permitiendo la comunicación.
Un gran ventanal de vidrio daba acceso a quienes transitaban por la vereda para observar el trabajo de las operadoras que hacían en los paneles del conmutador, se le podía observar concentradas en la comunicación con sus antiguos y negros fonos de operadora y su micrófono auricular daban las instrucciones a los clientes a otras se le veía insertando los cordones con la clavija en los pequeños enchufes numerados del conmutador. 

Estas escenas eran habituales los 365 días del año.






Estas operarias debían tener muchos atributos sean de carácter físico, intelectual o moral, en lo físico ser delgadas y esbeltas, tener largos brazos lo que les permitía tener gran habilidad motora en el trabajo repetitivo de conectar y desconectar cables. En lo intelectual y moral ser disciplinadas, amables y sensibles sobre todos discretas porque en ocasiones podían saber los temas que se conversaban por teléfono, información privada importante para el usuario.

Con el tiempo fueron adquiriendo habilidades como almacenar y conocer números importantes de la comuna y departamentos, pudiendo deducir que después de la radio podían mantener información actualizada de acontecimientos hechos fortuitos como incendios, accidentes y asuntos policiales.
La compañía de teléfonos de Chile fundada en el año 1930 contaba con pocos usuarios, se podría decir que había diez teléfonos por cada mil habitantes en Santiago y Valparaíso aceleradamente creció hasta un 300 por ciento en varias décadas. La operadora telefónica pieza fundamental de esta empresa se le asignó un día del año como día de la operadora que fue el 1 de junio, en este día se hacían festividades a nivel nacional las operadoras se disfrazaban, había cocteles y estímulos a la mejor trabajadora.




Con el pasar de los años los adelantos de la telefonía evolucionaron, las centrales manuales pasaron a ser automáticas se perfeccionaron los instrumentos de comunicación se diseñaron nuevos aparatos telefónicos y se dio por finalizado el auge de la telefonía manual.

Como dato histórico puedo mencionar a Valparaíso llegan las primeras empresas telefónicas tres años después de haber sido patentado el teléfono esto en el año 1878. A las grandes empresas se le hacía muy importante tener comunicación rápida con Santiago por motivos de comercio entre el puerto y la capital ya que el país estaba emergiendo a un futuro y próspero desarrollo.

En junio del año 2002 el congreso de EE.UU reconoce como inventor del teléfono al científico italiano Antonio Meucci (1808-1881) el cual por razones económicas y malas gestiones políticas no pudo patentar el teléfono en su época, el cual por años y por error se le atribuyo a Alexander Graham Bell.


Autor @Uzein 


2 comentarios:

Luis Pozo Rojas dijo...

Buen relato, solo una pequeña observación "hay" es de haber y "ahí" es de lugar

Pedro Morales dijo...

Gracias a veces con la ansiedad de publicarlas lo antes posible suelen pasarse por alto. Saludos