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miércoles, 29 de marzo de 2017

TRAPICHE VALLE DE LAS MELODIAS




El agua brotaba de la tierra y era expulsada hacia la superficie y en diferentes lugares ocurría este fenómeno como si fuese bombeada por un gran corazón que no se resiste a dar fuertes latidos.
La agua bajaba a gran velocidad hacia la pendiente pues la geografía del lugar había creado sectores con mucho desnivel y se desplazaba entre las rocosas piedras emitiendo sonidos que al ser escuchados pacientemente podían ser interpretados como bellas melodías.



Los estudios del lugar habían sido cuidadosamente realizados para ellos este era su oficio lo habían heredado de sus antepasados este grupo de criollos hijos y nietos de españoles que vivían en este hermoso valle los cuidaban como un santuario al que le habían llamado “EL VALLE DELAS MELODÍAS”.
La rueda hidráulica seria confeccionada de acuerdo a los planos que se encontraban guardados en antiguos y seguros baúles al igual que las herramientas. Los diestros carpinteros y los hábiles y especializados canteros cada cual con su técnica en trabajar sea la madera nativa o la roca granito para fabricar las muelas o trapiches.


El agua cae a gran velocidad y choca contra las palas de las rueda hidráulica esta es movida a gran velocidad accionando un eje que va conectado a estas dos muelas o trapiches. Esta gran rueda de piedra descansaría sobre dos sólidos puentes de piedra y las muelas y trapiche estarían al costado de esta, habría una tolva o compartimiento para el grano y un espacio para el llenado y otro para recibir la harina elaborada.


Estas muelas se enfrentan entre sí estando una fija llamada soledad y la otra móvil llamada corredera estas ruedas poseen muchos canales o surcos tallados en la piedra cumpliendo la función de moler el grano.

El molino comenzaría a funcionar y la antigua tradición demandaba una ceremonia religiosa el bautismo del molino, la primera partida de trigo representaba una gran bendición y así como el agua bendita esta sería la harina producto del trigo el cual sería vertida en pequeña cantidad sobre las cabezas de los asistentes y aseguraría una permanente y prolongada abundancia del pan.
El trigo cultivado en el valle por los campesinos es llevado al molino, ellos ya no viajaran a otros lugares para obtener harina. 





Las familias deberían esperar un turno para recibir una porción de harina procesada, en ocasiones el molino trabajaba de noche en los meses de invierno. Durante los meses fríos se realizaba una fogata y esto fue generando lazos de amistad y unidad en torno a este lugar. Pasaron décadas y el constante y pesado trabajo del molino les fue poniendo paulatinamente fin a sus días sus engranajes gastados dejaron de funcionar los visitantes a este lugar observaban como era desarmado para dar paso a la expansión de las aguas dela vertiente pues se construiría una gran piscina.


Las redondas y compactas piedras o trapiches quedaron a la orilla del riachuelo, un día paseando un grupo de personas y al ver y no conocer y saber el porqué de las piedras en ese sitio, se acerca un conocido personaje del lugares dio a entender que se llamaban trapiches y les hablo del origen y su uso e
sta frase se difundió siendo conocida en diferentes partes de la región.

"El molino con su constante vibración creaba bellas melodías y el agua con su continuo tradicional acompañaba esta orquesta que entonaba bellos cantos."





Autor Reinaldo Morales Parraguez @Uzein 

Edición @Comunidad Peñaflorina

1 comentario:

Pedro Morales dijo...

Esperemos que las otras paginas no sigan copiando nuestras historias o si lo hacen que por lo menos nombren a los autores @comunidad Peñaflorina @Uzein