Los carros de sangre, Peñaflor 1915-1936
Las ruedas del progreso daban sus avances así como en Santiago esta llegaba a ciudades distantes en Peñaflor el año 1915 la empresa de transporte urbano decide formar una línea de tranvías de Malloco a Peñaflor estos tranvías tirados por una pareja de caballos como lo dice el nombre transitaban por una vía es decir por unos rieles.
Se establecieron en Chile por el 1857 en Santiago habiendo diferentes diseños de carro según los fabricantes europeos era la imperiosa necesidad de esa época disponer de un servicio constante de locomoción pública en el cual su servicio consistía en un acercamiento rápido por el ferrocarril. Brindar, rapidez, confort y seguridad estos representaba para los viajeros un gran adelanto, la llegada de estos carros significo progreso para las relaciones humanas sean culturales, comerciales servicio de salud y estudios. Detallando estos vagones o tranvías su longitud y anchura de aproximadamente 7x2, 5 mts sin tomar en cuenta el asiento del conductor y acompañante que estaban independiente del sector de los pasajeros, sus asientos eran de madera similares a las banquetas de la iglesia poseía seis ventanas por lado que terminaban en su parte superior curvada en forma de arco de igual forma era la terminación de la techumbre de este carro.
El acompañante de este conductor era el encargado de cobrar la tarifa o pasaje de este transporte la cual era de 19 centavos en ocasiones cuando había mucha demanda de público se llamaba a un auxiliar encargado de hacer sonar una corneta anunciando la próxima parada en el exterior del carro existía una campana que con su sonido al ser accionada con una cuerda el viajero anunciaba su próxima bajada, en su costado se hacía ver su placa de latón haciendo mención al número de esta carro y la empresa a quien pertenecía el diseño de este distintivo era en forma de escudo.
Las clases sociales más marcadas de esa época se podría decir que eran tres la alta sociedad poseedora de grandes casas quinta y nivel socio cultural alto, los artesanos y personas de oficio, los campesinos y agricultores dueños de parcelas y frutales, la llegada de este medio de transporte causo gran asombro en la clase campesina debido que para ellos no era conocido ver tan grande carruaje.
La ruta era una hermosa senda hasta Malloco muy pintoresca y agradable para la vista puesto había mucha vegetación y árboles nativos de pequeña altura, se podían divisar los campos con sus animales y aves pequeños riachuelos siendo este el típico paisaje de una pintura de época.
La ruta Peñaflor-Malloco era más lenta debido a un cierto desnivel geográfico pendiente alta lo cual causaba fatiga a los animales y demora en la llegada.
Comenzó a nacer el balneario el Trapiche y se instalaba el primer hotel el “Hotel Peñaflor”.
Sus fuertes ruedas de acero una versión más pequeña de las ruedas de ferrocarril descansaban sobre delgados y al vez robustos rieles, sobre su fuerte y sólida carrocería descansaba su liviano y prolijamente ensamblado chasis de maderas nobles.
Las señoras de la alta sociedad se sintieron muy atraídas por este medio de transporte debido que en Europa era un adelanto significativo y hacia lucir sus vanidades y trajes estilo francés que lucían en cada viaje para así desplazarse ya sea a Santiago o a Cartagena se juntaban las alta sociedad de damas no importando si el carro iba completo ellos tenían la preferencia de viajar sentadas el trayecto de Peñaflor a Malloco.

Peñaflor comenzó a ser muy visitado por grandes aristócratas y alta sociedad los cuales compraron quintas de agrado atraídos por su belleza, la calidad de sus aguas
cristalinas y curativas.
Espero les haya gustado esta
breve recopilación de Los carros de sangre en nuestra comuna, recuerdos transmitido de un niño y adulto transmitido en generación en generación que los conoció y viajo en ellos.